En esta bella ciudad portuguesa, que por varios siglos fuera su capital, se dan cita tantos jardines, monumentos, tradiciones, historia y un excelente ambiente estudiantil.

A los romanos ya les pareció una maravillosa ubicación la que tiene este sitio para detenerse y hacer la fundación de Aeminium. Se conservan aún de esa época mosaicos y también el criptopórtico, el cual está constituido por el resto de galerías fueron parte del foro romano, que ahora es Museo Nacional de Machado de Castro.

PRIMERA UNIVERSIDAD DE PORTUGAL

Finalizando el siglo XIII, al fundar su Universidad, el destino de la hermosa Coimbra se transformó. Aunque perdió el título de la capital de este reino, ganó uno de mayor importancia. Se convirtió en la gran capital del conocimiento y de la cultura. Sede portentosa de una de las Universidades de mayor antigüedad en Europa.

Desde la parte de mayor altura, justo donde ejercía el dominio el Palacio Real, vemos un campus que rodea las facultades de Derecho, Medicina y Artes. El Palacio Real que fue propiedad de los primeros reyes lusitanos se convirtió en Pazo de las Escuelas, y es ahora, junto a las demás edificaciones universitarias, gran Patrimonio de la Humanidad.

Entre los grandes espacios universitarios se deben destacar, además del Palacio, la Capilla de San Miguel o también el Jardín Botánico. La Torre de la Universidad mejor conocida por La Cabra. Vale la  pena esforzarse y subir 185 peldaños de su angosta escalera de caracol para deleitarse en la Coimbra panorámica, teniendo al río Mondego por testigo presencial de su historia. Con las campanadas de La Cabra nadie puede olvidar el horario de las clases. Tradicionalmente, los estudiantes iniciales al acudir por vez primera a la Universidad no se podrán ver por la calle al sonar la primera campanada de ese día.

TRADICIÓN ESTUDIANTIL

Es necesario solicitar una entrada conjunta para poder ver cada uno de los edificios de la Universidad. Tanto para el Palacio, como para la Capilla de San Miguel o para la Torre no hay problemas con el horario. Pero, para la visita a la Biblioteca Juanina, la gran joya de Coimbra, es otra cosa. Su nombre es debido al rey Juan, quien impulsó la obra siendo una de las más famosas bibliotecas del mundo. Es el exponente máximo del barroco civil portugués. Está prohibido hacer fotos en su interior. Lo excusan señalando que allí habitan grupos variados de murciélagos devoradores de polillas y de cualquier otro intruso capaz de destrozar las grandes joyas de la literatura que están custodiadas en ella.

Caminar por las calles empinadas de la Coimbra alta igualmente traslada al mundo estudiantil de los siglos antiguos. Los jóvenes universitarios entonan fados y lucen orgullosos los estandartes, sus capas universitarias y también el uniforme que los identifica como aprendices pertenecientes a una de las más importantes universidades del Viejo Mundo. Posarán encantados para las fotografías con quien les invite a ello.

DOS CATEDRALES Y MUCHOS BARES

Con Salamanca, comparte Coimbra que las dos poseen las más antiguas universidades de Europa, y también dos imponentes y majestuosas catedrales. Sé Velha, la gran catedral Vieja es de estilo románico con un pequeño toque islámico y un aspecto de fortaleza. En el claustro románico-gótico los rosetones presentes son todos distintos. La Nueva catedral se inició sobre una iglesia jesuita a los finales del siglo XVI. Su interior es de estilo barroco y se destaca el retablo dorado y el augusto trono de plata.

Con Salamanca también comparte gran cantidad de bares, para ingerir «petiscos», con el bacalao de protagonista. En la plaza del 8 de Mayo está ubicado el bellísimo monasterio de Santa Cruz, representante del siglo XII, y, al lado de éste, el famoso Café Santa Cruz, originalmente iglesia parroquial del mencionado monasterio Ahora, sitio de encuentro para quien desee recrearse en la historia de Coimbra, al tiempo que toma su café acompañado del melancólico ritmo del fado.

Luego de cruzar el arco Almedina y las antiguas murallas se observa la parte baja de la ciudad bullendo con sus calles peatonales, comercios, restaurantes, imponentes edificios y agradables cafeterías . La plaza del Comercio conduce hacia el río y desde el Largo da Portagem se atravieza el puente de Santa Clara para, y desde ese lado, girar la vista atrás. Coimbra, parece ahora la hermana sabia de Oporto.