El valle del Pirineo oscense es uno de los grandes centros de las actividades en la naturaleza del alto Aragón. Sabemos que esto es debido a su ubicación, a los pies del macizo del Aneto. Además, tiene dos estaciones de esquí. Una de alpino, Cerler y la otra de fondo, Llanos del Hospital. Es tiempo para disfrutar este territorio de montaña en estado puro.

El paseo por el valle debe iniciar en Benasque. Este es el pueblo encantador de montaña que le da nombre y también actúa como un centro neurálgico del mismo. Una villa que ha mantenido su gran personalidad. Se conserva aun recibiendo miles de turistas en busca de montaña y aventura. Su casco histórico.  El entorno de la iglesia de San Marcial y también de la calle Mayor. Allí se ven como ejemplo de casonas ganaderas pirenaicas y también palacetes nobiliarios. Entre ellos, la casa Sort y la casa Berot.  Su edificio más destacado es el palacio de los Condes de Ribagorza, mostrando su torre almenada. Inmensos portalones de dovelas de sillería. Escudos nobiliarios. Vanos pequeños en los muros. Puertas con trabajos forjados y curiosos trucadores o llamadores nos hacen recordar que Benasque fue una villa ganadera y próspera. Hoy es uno de los centros vacacionales más grande del Pirineo aragonés.

En Benasque.  en la antigua casa forestal está también el Centro de Visitantes del gran Parque Natural de Posets-Maladeta. Éste fue creado para la protección del macizo más alto de la cordillera. En el interior, una notable exposición y un audiovisual muestran los valores naturales de este espacio que tiene varias cumbres de 3000 metros, los últimos restos de los  glaciares de España y como un centenar de ibones, los lagos con origen glaciar.

Las mejores vistas del Pirineo

Una carretera estrecha sale del pueblo y sigue el cauce del Ésera. A la derecha, el primer desvío, conduce a la estación invernal de Cerler. Éste es el resort invernal con mejores vistas del Pirineo. Que brinda 67 kilómetros de pistas para todos los niveles, con largos e interesantes descensos azules en el sector de la Cota 2000. Una estación alpina ideal para snowboard y esquiadores con buen nivel. Los afectos al freeride cuentan con una zona de pistas negras que abre al pie del Gallinero. La cota más alta de la estación, en la que hay palas para disfrutar al máximo de la nieve virgen sin tropezar en las máquinas y sin problema de avalancha.

Para el Esquí de Fondo

Si en lugar de subir a Cerler sigues la pista del río Ésera llegas a uno de los rincones más fascinantes del valle. Es Llanos del Hospital. Excelente lugar para iniciar excursiones usando raquetas de nieve o también ascensiones hasta el refugio de la Renclusa, así como al Plan d’Estan y a otros muchos sitios del Parque Natural del Posets-Maladeta. En este natural ensanchamiento del terreno hubo hace mucho tiempo un hospital o albergue para peregrinos y viajeros. Por eso su nombre. La vieja construcción fue sustituida por un hotel de montaña moderno y una estación de esquí de fondo que tiene 30 kilómetros de pistas distribuidos en tres circuitos distintos. Su orientación al norte y además, su ubicación al pie de las más altas montañas del Pirineo hace que presente buenos espesores de la nieve durante casi toda la temporada.

Otros pueblos del valle…

Ahora, nos toca visitar los pequeños pueblos del valle de Benasque. Estos pueblos han sobrevivido al empuje de los tiempos modernos y conservan grandes ejemplos de la arquitectura pirenaica y los templos románicos, como Vilanova o Sesué. Sos es de los pueblos más antiguos de esta zona, le da nombre a la comarca, es la Sositana, y conserva aún muchas casonas con escudos heráldicos. Eresué, Urmella y Sahún, con un monasterio que es del siglo XI, completan este circuito del románico. En la carretera, a la izquierda, en un emplazamiento espectacular, aparece también el santuario de Guayente